El Adviento (en latín: adventus Redemptoris, ‘venida del Redentor’)? es el primer período del año litúrgico cristiano, y consiste en un tiempo de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Cristo. Su duración suele ser de 22 a 28 días, dado que lo integran necesariamente los cuatro domingos más próximos a la festividad de la Natividad. Período que señala el comienzo del año litúrgico cristiano y comprende las cuatro semanas anteriores a la Navidad; empieza el domingo más próximo al día de san Andrés (30 de noviembre).

adviento

 

Para el caso de la Iglesia ortodoxa el Adviento se extiende por 40 días, desde el 28 de noviembre hasta el 6 de enero. Los fieles cristianos consideran al Adviento como un tiempo de oración y de reflexión caracterizado por la espera vigilante (es decir, tiempo de esperanza y de vigilia), de arrepentimiento, de perdón y de alegría. En la Iglesia ortodoxa, el Adviento incluye como nota particular una abstinencia estricta de ciertos alimentos, que torna en un ayuno estricto (conocido como el ayuno de la Natividad) en el caso de la Iglesia ortodoxa copta.

El nacimiento de Cristo comenzó a celebrarse el 25 de diciembre de cada año ocupando el lugar de las saturnales y el Dies Natalis Solis Invicti, Festival del Nacimiento del Sol Inconquistado, festividad romana dedicada al Sol Invictus y vinculada al solsticio de invierno.

La simbología original es bastante y primitiva, relacionada con la muerte y renacimiento del sol en invierno. El círculo como símbolo del tiempo reflejado en el ciclo de las estaciones; las ramas, significando la persistencia de la vida a través del elemento vegetal, y el sol como origen y fuente de la vida mediante la luz de las velas.

Cuatro velas decoran la corona de ramas verdes, cuyo color se corresponde con el de las vestiduras del sacerdote a lo largo del periodo de Adviento.3​ Tres colores litúrgicos se utilizan en la corona de Adviento: el morado, color de profundización espiritual y preparación en las velas correspondientes a las tres primeras semanas de Adviento; el color rosado se usa en la misa del domingo de Gaudete (la tercera semana de Adviento), y resulta de la mezcla del morado con el blanco, para indicar la cercanía de Navidad; finalmente, en algunas coronas de Adviento se pone una quinta vela, más grande y de color blanco, que se enciende el día de Navidad. El blanco en la liturgia simboliza pureza y tiempo de júbilo, y es usado en los momentos principales del calendario litúrgico: Navidad y Pascua.

 

Otra vez Jesús les habló, diciendo: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida».
Juan 8:12


El uso de la luz como símbolo de la revelación y salvación a través de Jesús es una constante en el Evangelio de Juan.4​ El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona significa la progresiva preparación para recibir la luz de la Navidad. La luz que emana de cada vela encendida nos recordará que Jesucristo es la luz del mundo y que quien está fuera de él, habita en las tinieblas. Es costumbre que cada domingo, antes de bendecir el almuerzo, se haga un pequeño rito de iluminación. 

 

La corona de adviento encierra varios simbolismos

 

"calendario de adviento; los cuatro domingos de adviento; en el pasado, el adviento se observaba con el mismo rigor que la cuaresma"

La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas: Nos hacen pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo. Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.

Las manzanas rojas que adornan la corona: Representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.

El listón rojo: Representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

Cada día

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso...

PRIMER DOMINGO - LA VIGILANCIA – VELA MORADA O AMARILLA. 

Con esta vela morada estaríamos mostrando nuestro arrepentimiento y solicitando el perdón.

Con esta vela amarilla estaríamos confirmando nuestra fe en Cristo Nuestro Señor.

Lectura del santo evangelio según San Marcos 13,33: “Estén preparados y vigilando, ya que nos saben cuál será el momento”. Palabra del Señor. (Breve pausa para meditar)

Guía: Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro del Señor, que quiere entrar, este año más que el pasado, en nuestra existencia, para darle sentido total y salvarnos.

Oración: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primera semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.

Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!. ¡Ven, Señor Jesús!

Padre Nuestro...
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvos. Amén.


SEGUNDO DOMINGO – VELA VERDE O AZUL

La vela verde puede ser sustituida por una vela de color azul celeste, con la que estaríamos aceptando la justicia de Dios.

Lectura de la II carta de San Pedro 3,13-14: ”Nosotros esperamos según la promesa de Dios cielos nuevos y tierra nueva, un mundo en que reinará la justicia. Por eso, queridos hermanos, durante esta espera, esfuércense para que Dios los halle sin mancha ni culpa, viviendo en paz". Palabra de Dios.

Guía: ¿Qué va a cambiar en mí, en nosotros en este Adviento? ¿ Se notará que creemos de veras en Cristo?

Oración:  Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está rebrotando se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne...

Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!

Padre nuestro....
Guía:
 Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.

Todos: Y seremos salvados. Amén.

TERCER DOMINGO – VELA ROSADA

estaríamos simbolizando la alegría que sentimos por la llegada de Cristo.

Lectura de la Primera carta a los Tesalonicenses 5,23: ”Que el propio Dios de la paz los santifique, llevándolos a la perfección. Guárdense enteramente, sin mancha, en todo su espíritu, su alma y su cuerpo, hasta la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor”. Palabra de Dios.

Guía: Los hombres de hoy no verán en persona a Cristo en esta Navidad. Pero sí verán a la Iglesia, nos verán a nosotros. ¿Habrá más luz, más amor, más esperanza reflejada en nuestra vida para que puedan creer en El?

Oración: En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero!. Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.

Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!

Padre nuestro....
Guía: 
Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.

Todos: Y seremos salvados. Amén

CUARTO DOMINGO  - VELA ROJA

representamos y confirmamos nuestro amor incondicional a Dios Nuestro Señor y él a nosotros.

Primera lectura: Rm 13,13-14 "Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestios del Señor Jesucristo". "Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".


Segunda lectura: 2 Tes. 1,6-7 "Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a vosotros, los afligidos, y a nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo acompañado de sus poderosos ángeles, entre las aclamaciones de sus pueblo santo y la admiración de todos los creyentes." -"Palabra de Dios"
Todos: "Te alabamos Señor".
Guía: "Ven, Señor, y no tardes.
Todos: "Perdona los pecados de tu pueblo".

SE ENCIENDEN LAS QUINTA VELA BLANCA

La vela blanca se enciende el día 25 de diciembre y como hemos comentado se colocaría en el centro de la corona.

Lectura del Evangelio según San Lucas (2:6-7)
"Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron
los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito,
le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento."
"Palabra de Dios"

Todos: "Te alabamos Señor".

MEDITACIÓN

La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe.

Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón.

Tiempo de silencio / Tiempo de intercesión
Padre Nuestro / Ave María.

ORACIÓN FINAL

Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.

Todos: "Amén"

adviento2

 Base Corona Adviento

advientobase

Ejemplo decoración

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El árbol de navidad.

arbol navidad

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