Color: Blanco – Plata – Celeste
Día: Miércoles
Servicio: La esperanza.
Elemento: Agua.
Dirección: Oeste.
La sefirot: Yesos – Fundamento – Ángeles.
Virtud: Ascensión en la Luz, pureza, paz. Para elevar tú conciencia por encima del plano denso, para ascender al Corazón Central de Dios todo lo que antes transmutaste y liberaste.
Es el Arcángel que anunció a María el nacimiento de Jesús y fue quien dictó el Corán al Profeta Mohamed. Es el señor de la Resurrección, a él se le debe pedir el regreso de nuestras características y poderes divinos a nuestra corriente de vida.
Es el mensajero de Dios ante la Santísima Virgen María al anunciarle que será la Madre del Redentor (Lc 1,26). Además de revelar al Señor san José, que será el Custodio del Redentor (MT 1,19-21): Iconografía: con alba túnica y una azucena en la mano símbolo de pureza, ante la Virgen María, anunciándole la Encarnación del Hijo de Dios. Proclamado patrono de las comunicaciones por el pontífice Pablo V1 (1963-1978). Como fieles cristianos lo invocaremos para escuchar y obedecer la voluntad de Dios, de acuerdo a nuestro estado de vida
EL ARCÁNGEL GABRIEL EN EL JUDAÍSMO
En la tradición judía, se dice que Gabriel está a cargo del tesoro celestial.
En el Libro de Enoc, este arcángel es presentado como uno de los cuatro espíritus que están a los cuatro lados del trono de Dios, estando Miguel a la derecha y Gabriel a la izquierda de Dios, quien está en el centro. Otra cosa que ilustra su importancia es que, de entre los tres ángeles que se le aparecieron a Abraham, Gabriel era presentado como el segundo más importante, ya que Miguel estaba en el centro, Rafael a la izquierda de Miguel y él a su derecha.
Para la tradición judía, el arcángel Gabriel es un gran políglota ya que fue él quien, en una sola noche, le enseñó a José las setenta lenguas que supuestamente se hablaban en la Torre de Babel, logrando así que José, de ser un simple esclavo, pasara a ser enormemente importante ante los ojos del Faraón.
Además de políglota, Gabriel también es presentado como una especie de clarividente, ya que es él quien explica al profeta Daniel sus visiones.
Se cree que Gabriel fue uno de los seres que mostró a José el camino, y que fue él quien previno a la Reina Vashti para que no apareciera desnuda frente al Rey Ahasverus y sus invitados.
Dicen que, junto a otros ángeles, Gabriel ayudó en el entierro de Moisés.
Algunas fuentes de la tradición judía plantean que será Gabriel quien toque el cuerno para despertar a los muertos durante el Día del Juicio. En el Talmud se dice que fue Gabriel quien destruyó a las huestes de Sennacherib, armado “con una hoz filuda, la que ha estado lista desde la creación.” Dentro de esa vinculación entre Gabriel y la muerte, está también el hecho de que Gabriel sea para el judaísmo el ángel de la muerte sobre los reyes y el ángel que llevó la destrucción a Sodoma y Gomorra
Pero Gabriel, más que estar vinculado a la muerte en sí, está vinculado al ciclo vida-muerte-renacimiento, siendo esta la otra razón (la primera fue que supuestamente él movió la piedra del sepulcro de Cristo) por la cual es el Ángel de la Resurrección. Así, dice el Zóhar II que, cuando alguien muere, Gabriel recibe su alma y la lleva a donde, en virtud de sus méritos y deméritos, merecerá morar. Pero no se piense que allí acaba todo; pues, aunque casi nadie lo sepa, en realidad el misticismo judío sí afirma la existencia de la reencarnación; por ejemplo, en el Zohar 186b dice: ‹‹Siempre que una persona fracasa en su propósito en este mundo, Dios, Bendito Sea, la arranca de raíz y la vuelve a plantar una y otra vez, repetidamente››. Es en este contexto escatológico que Gabriel aparece como el ángel que, una vez que el alma ha pasado el tiempo establecido en el lugar al que fue conducida por sus méritos y deméritos, la instruye espiritualmente para de ese modo prepararla para su próxima encarnación[5]. Le da así instrucciones durante los cinco últimos meses de los nueve que está en el vientre, todo a nivel puramente espiritual (pues aún no hay un cerebro para que el alma se manifieste mediante la mente) y haciéndole ver a ese ser que, cuando nazca, no debe olvidar que su esencia es la de ser un alma y que el destino que tenga dependerá fundamentalmente de los pensamientos que conciba. Durante los cuatro meses anteriores, también Gabriel ha estado instruyendo al alma, a la cual luego acompaña cuando ésta desciende a la Tierra y se encarna en el feto, donde seguirá siendo instruida.
Mas no todo lo que se cuenta sobre el son méritos; pues, en Yoma 79a del Talmud, se revela que Gabriel una vez fue castigado “por no obedecer una orden exactamente como le fue dada”. Debido a eso, por 21 días Gabriel fue reemplazado por Dobiel, el ángel guardián del Imperio Persa.
Finalmente, la Cábala pone a Gabriel como el ángel del amanecer, como el ángel que, durante el final de la madrugada, recibe una “chispa” de fuego divino, chispa que Gabriel difunde cuando los gallos cantan, los devotos se levantan a estudiar la Torá, y el poder de los demonios se derrumba pues, según la Cábala, estos solo tienen poder hasta que “el gallo canta”, lo cual se debe a que Dios, “los justos” y los seres de luz, desde la medianoche hasta el canto del gallo, se repliegan en el Paraíso a celebrar, dejando el mundo libre a las fuerzas de la Oscuridad.
EL ARCÁNGEL GABRIEL EN LA BIBLIA
Dentro del Antiguo Testamento, Gabriel aparece en el Libro de Daniel. Allí, entre los capítulos 7 y 10, se habla de las visiones que tuvo el profeta Daniel y de cómo el arcángel Gabriel fue enviado para explicarle el significado de dichas visiones. Se lee así en Daniel 8:15-17: ‹‹Mientras yo, Daniel, contemplaba esta visión y trataba de comprender su significado, apareció de pronto delante de mí una figura semejante a un hombre; y oí una voz humana que venía del río Ulai y que decía: ‘Gabriel, explícale la visión a este hombre’. Entonces él se me acercó. Yo me asusté, y me incliné hasta tocar el suelo con la frente, pero él me dijo: “Hijo de hombre, ten en cuenta que esta visión se refiere al fin de los tiempos››
Ya en el Nuevo Testamento y dentro del Evangelio de Lucas, el arcángel Gabriel visita al sacerdote sacarías para anunciarle que Dios ha accedido a sus oraciones y que, pese a la edad de su mujer (edad en la cual ya no podía tener hijos), se le concedería el regalo de un hijo que sería un “gran hombre delante del Señor” y al cual debería ponerle de nombre “Juan” (él se convertirá en Juan El Bautista). En palabras de Lucas 1:8-13: ‹‹ Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y le pondrás de nombre “Juan”››
Pero Zacarías, pese a recibir el privilegio de ser visitado por un arcángel, no se mostró digno de tan grande gracia y dudó sobre si el ángel cumpliría lo ofrecido, diciendo que en qué señal (se refería a señal sobrenatural) él podría conocer que tal cosa le sería cumplida. Ante eso, Gabriel se disgustó (aunque permaneciendo calmado) y le dijo: ‹‹Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo››
En el Evangelio de Mateo, se nos cuenta como Gabriel se le apareció a José el carpintero en sueños, primero para decirle que no tema en recibir a María por esposa, después para advertirle de que debía huir a Egipto por la matanza de bebés que Herodes iniciaría. Nunca se menciona explícitamente el nombre “Gabriel”; pero, tal y como se ha hecho, es lógico suponer que pudo tratarse de Gabriel y que se puede asumir que fue Gabriel ese ángel, esto debido a que fue Gabriel quien fue designado para anunciar a María el nacimiento de Cristo, por lo cual no sería nada extraño que, siendo el Ángel Mensajero, haya sido encargado en su totalidad para el asunto de la venida de Cristo.
Además y como es conocido por todos, Gabriel fue enviado a María para anunciarle que ella había sido elegida para ser la madre de El Salvador. Vemos pues en Lucas 1:26-38: «Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre: reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin”. María respondió al ángel: “¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?” El ángel le respondió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios” Dijo María: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. Y el ángel dejándola se fue»
Aparte de las anteriores, en el marco de las especulaciones ocultistas y místicas, se ha sugerido que Gabriel fue el ángel que detuvo la mano de Abraham para que no matara a su hijo, como también que fue Gabriel quien quitó la enorme piedra que se usó para sellar la tumba de Jesucristo.
EL ARCÁNGEL GABRIEL Y EL CRISTIANISMO
Gabriel, junto a Miguel y Gabriel, es uno de los tres arcángeles que la Iglesia Católica admite de manera oficial debido a que se encuentra en la Biblia: en el Evangelio de Lucas y en el Evangelio de Mateo, además de en el Libro de Daniel. Se lo ve como El Arcángel Mensajero y como un arcángel ligado al misterio de la Anunciación, la Pureza y la Resurrección. Oficialmente, se le ha proclamado “patrono de los comunicadores” debido a su papel de mensajero celestial.
Semejantes son los casos de la Iglesia Ortodoxa y de la mayoría de iglesias protestantes, siendo Gabriel reconocido por ambas partes.
EL ARCÁNGEL GABRIEL EN EL ISLAM
En el Islam se cree que Gabriel (“Yibril”) reveló el Corán al profeta Mahoma y que fue designado para llevar a los profetas los mensajes de sus obligaciones.
Su importancia es tan elevada que, además de ser “El Espíritu de la Verdad”[6], es el jefe de los cuatro ángeles favoritos de Alá. Tan grande es el respeto que se le tributa que, cuando una persona menciona su nombre, debe decir “la paz sea con él”, tal y como se hace cuando se menciona el nombre de Mahoma o de otro gran profeta.
Al igual que los cristianos, también los musulmanes creen que Gabriel anunció el nacimiento de Juan el Bautista y de Jesucristo (a quien ven como un santo profeta). Sumado a eso, dicen que Gabriel fue uno de los tres ángeles que anunciaron a Abraham el nacimiento de Isaac, como también que
Creen también que el arcángel Gabriel fue uno de los tres ángeles que le anunciaron a Abraham el nacimiento de Isaac.
Por otra parte, la tradición islámica tiene varias historias interesantes sobre Gabriel. Una de ellas dice que Gabriel fue quien trajo el café (esa sí que es una bendición…) a la Tierra, todo en una ocasión en que Mahoma estaba sumamente cansado y a punto de dormirse, cuando de pronto apareció el ángel de Dios con una taza de café y le devolvió todas sus fuerzas. Otra, cuenta que Gabriel y otros 99 ángeles iluminaron, purificaron y llenaron a Moisés con atributos angélicos para que pudiera ver “solo luz pura” y así esté en el estado ideal para escribir la Torá en tablas de oro.
Finalmente, algo relevante para la Angeología está en la visión de Mahoma sobre el “verdadero” aspecto de Gabriel, y en la visión que el Sufi Ruzbehan Bagli tuvo sobre un Gabriel con aspecto femenino. Mas antes de presentarlas hay que aclarar lo siguiente: 1) El Islam mismo aclara que Gabriel, como todo ángel, no tenía forma definida pues se le había aparecido a Mahoma en forma de distintas personas, 2) la forma “verdadera” de Gabriel no es una forma material; en otras palabras, no es que Dios haya creado a Gabriel con el aspecto con que se le apareció en esa visión a Mahoma, es simplemente que esa “forma verdadera” fue elegida por el arcángel como el aspecto que mejor simboliza la esencia espiritual con que Dios lo trajo a existir, 3) no hay que preocuparse de que Gabriel se muestre como mujer al Sufi Ruzbehan Bagli, ya que la Angeología plantea que los ángeles son espíritus andróginos sin sexo, espíritus que compendian atributos tanto del alma femenina como de la masculina, aunque ciertamente esto no deja de ser cuestionable pues otras teorías dicen que sí existe el género en los ángeles y los espíritus, no como el sexo biológico sino como predominancia de atributos psicológico-espirituales masculinos o femeninos, según sea el caso.
Concretamente, en la visión de Mahoma el arcángel apareció como un ser de luz dotado con 600 alas que llenaban el firmamento y se batían en él. Y en el caso del Sufi Ruzbehan Babli, él nos cuenta lo siguiente: ‹‹En la primera hilera vi a Gabriel, como una doncella, como la luna en medio de las estrellas. Su cabello era como el de una mujer, porque caía en largas trenzas. Llevaba un traje rojo intercalado con verde… Él es el más bello de los ángeles… su cara es como una rosa roja››
FUNCIONES, VIRTUDES, DONES Y SERVICIOS DEL ARCÁNGEL GABRIEL
Su función es la de ser el Arcángel Mensajero, el gran comunicador de El Altísimo, de allí que en la tradición esotérica se halla dicho que él dirige ciertos aspectos de las comunicaciones entre el hombre y los ángeles.
El arcángel Gabriel está asociado a las virtudes de la pureza, la ascensión, y la resurrección.
Sus cualidades, además de aquellas derivadas de las virtudes espirituales que representa y ministra, son la disciplina, la alegría, la realización, entre otras.
El puede otorgar los siguientes dones: creatividad, desarrollo artístico, pureza, ascensión espiritual, autodisciplina, austeridad, ascetismo, felicidad, alegría, clarividencia e interpretación de sueños y profecías (pero estas cosas no las da a cualquiera que le rece), visión del plan que Dios tiene para uno y del propósito de la vida individual (la vida de tal o cual, no la vida en general), liberación de hábitos negativos y vicios, etc.
Es a él que se debe acudir cuando se es esclavo del sexo, la comida, los casinos, el dinero o alguna otra cosa mundana, o bien cuando sentimos que nuestra vida no tiene propósito y sentido y nos sentimos desalentados, apáticos y amargados, pudiendo así Gabriel ayudarnos a ver el sentido de nuestra vida y a encontrar la motivación y la alegría para levantarnos y vivir en pro de la realización de ese sentido. Pero también él puede ayudarnos a escuchar más nuestra intuición y nuestra voz interior; e incluso, si tenemos buenas acciones en la lista o hacemos méritos en caso de no tenerlos, Gabriel puede ayudarnos a desarrollar los poderes de la clarividencia.
REPRESENTACIÓN
Por haber anunciado el nacimiento de Cristo, casi siempre se le representa con ropas de mensajero.
El blanco de su atuendo simboliza la pureza y la transparencia de espíritu, al igual que el lirio o los lirios que lleva en sus manos o en su mano derecha, cosa ésta última que representa la virginidad, la inocencia y la pureza, cualidades todas ellas propias de María, a la cual está asociado el arcángel Gabriel.
A veces se lo ha puesto con un pergamino y/o una pluma en la(s) mano(s), lo cual representa su papel de arcángel que inspira a los creadores (escritores, artistas, cantantes, etc) y comunicadores, dándoles también claridad de expresión e intuiciones brillantes.
En las pocas ocasiones en que se le pone con una trompeta, se quiere aludir al papel que la tradición judía le da como ángel que toca la trompeta que, en el Día del Juicio, anuncia la aniquilación-purificación.
SELLO E INVOCACIÓN
Una manera (hay algunas) bastante eficiente para invocarlo es la siguiente:
Asegúrese de que sea miércoles, de preferencia a las siguientes horas: 2:00 am, 9:00 am, 4:00 pm, 11:00 pm
Procure estar solo y no ser interrumpido.
Tome una vela blanca con el suficiente grosor para que la vela se mantenga en pie; y, luego de rezar, tome la vela y frótela con ambas manos desde la base hasta la parte de arriba: repita esto siete veces.
Tome una cartulina blanca, dibuje el sello del arcángel Gabriel en la parte superior de la cartulina (se recomienda que ocupe el 1/2 superior o el 1/3 superior de la cartulina); y, en la parte inferior, escriba sus peticiones, lo que le quiere decir al arcángel Gabriel y un agradecimiento por estar en su camino
Encienda la vela blanca.
Tome la cartulina blanca, lea las peticiones y, cuando termine, agradézcale al arcángel por estar en su camino y estar allí presente. Nota: en una variante, no lee la carta y pasa directamente al siguiente paso
Doble la cartulina y póngala debajo de la vela.
Recite una de las oraciones conocidas (elección personal) al arcángel Gabriel. Nota: la oración, o se la sabrá de memoria, o la tendrá anotada en un papel aparte de la cartulina.
Cierre los ojos, ore interiormente, intente sentir a Dios y de ser posible al arcángel, visualice que se ha cumplido su petición, agradezca en su interior a Dios y a Gabriel y abra los ojos.
Queme el papel antes de que la vela blanca se consuma.
Deje que la vela se consuma, váyase si la vela se demora mucho y no desea esperar.
Nota: si no ve cumplida su petición, repítala todos los miércoles que sean necesarios, intentando hacerlo siempre con la mayor fe posible y en un estado de paz interior y ausencia de ira, odio, rencor o mala voluntad hacia el prójimo. Y algo muy importante: recuerde que Gabriel es el arcángel de la pureza, por lo cual sería de enorme utilidad que, durante los días de invocación, ayune y se prive de pensar en sexo, dinero y cosas mundanas, además de hacer todo lo antes dicho.
[1] Éste último título va más de acorde con la naturaleza del arcángel Miguel, quien en el Judaísmo es generalmente llamado “Príncipe de la Misericordia”
[2] Esto se debe a su regencia astrológica sobre la luna, astro vinculado a las emociones y a la subjetividad en general, además de a la fertilidad y otros asuntos que se han asociado con el arcángel Gabriel. En concordancia con su regencia sobre la luna, está el hecho de que se le haya atribuido el elemento del agua (la luna controla las mareas), pese a que el Libro de Enoc dice que su elemento es el fuego pero en general se ha dejado de lado esa segunda postura y se adoptado la del agua como el elemento propio de Gabriel: esto, claro está, teniendo en cuenta que en el contexto de las teorías esotéricas el agua, el fuego, la tierra y el aire, no son concebidos como elementos concretos sino como elementos simbólicos que expresan determinadas fuerzas espirituales y tendencias psicológicas.
[3] No debe entenderse “inocencia” en el sentido de “ingenuidad” o falta de conciencia o conocimiento del mal y las abundantes actitudes destructivas y malintencionadas del hombre, no debe pues comprenderse el término de una manera ligada al atribuir bondad a quien no la tiene o no ver las malas intenciones de quien las tiene: debe más bien entenderse en el sentido de ausencia de culpa y remordimiento, como también en el sentido de sentirse espiritualmente limpio en virtud de una conexión con los aspectos espirituales de la vida, y no en virtud del sentirse moralmente puro en medio de una realidad sobre la cual constantemente se vierte el juicio, tachando a todo y todos de “impíos” e “impuros”. Cosa semejante sucede con la pureza, la cual no debe entenderse como un estar libre de lo mundano y carnal en tanto “sucio”, “impuro”, “impío”, “inmoral” o “maldito”; sino, más bien, como un estar libre de lo mundano y carnal en tanto que cosas que nos impiden la alegría y el gozo inherentes a la conexión con la esencia de la vida, la cual es siempre una esencia que refleja el amor de un Dios que nos quiere libres y no esclavos de cosas que dan felicidad pasajera y son incapaces de llenar el vacío del corazón humano, vacío que solo Dios puede llenar, siendo que a través de la conexión con la vida verdadera se puede acceder a Él. Como respaldo a lo anterior está lo siguiente: si alguien cree que ha alcanzado la “pureza” y la “inocencia” pero tiene una actitud moralista que le lleva a juzgar a todos y a todo de “inmoral”, entonces es lógico que no podrá tener esa alegría asociada a la pureza y la inocencia, lo cual en última instancia quiere decir que ha entendido mal la naturaleza de ambas.
[4] Por algo se ha usado el adjetivo “religiosos”, ya que no se están contando los textos que pertenecen a la tradición esotérica u ocultista sin ser religiosos, puesto que muchos de los textos citados pertenecen a la tradición esotérica u ocultista pero también son de carácter religioso.
[5] El Zohar deja claro que la reencarnación no se da indefinidamente sino solo hasta que el alma cumple su propósito.
[6] No se piense que este título sugiere una naturaleza análoga a la de El Espíritu Santo, simplemente quiere decir que, de entre los espíritus creados por Alá, Gabriel es el que más encarna la verdad, sobre todo por su papel como revelador de El Corán (verdad absoluta para los musulmanes).
ORACIÓN
San Gabriel Arcángel, bendito ser de luz,
gloriosísimo ángel de la paz y la esperanza,
fiel y noble mensajero del Padre Eterno
y dulce y tierno amparo de nosotros los hombres,
hoy te invoco desde lo más profundo de mi ser
para que acudas con tus Legiones de Ángeles en mi ayuda,
y, por el poder que estas revestido
hagas posible que se realice un milagro en mi vida
y se alejen mis sufrimientos y penalidades,
pues ya ves que paso por muy malos momentos
y siento que mis fuerzas están a punto de desfallecer.
Arcángel san Gabriel, poder y fortaleza de Dios,
tú que transitas por los cielos y la tierra
extiende tus alas protectoras y dame el consuelo que busco.
Abrázame para que reciba calor y fortaleza
y pueda seguir enfrentándome a mis padecimientos;
calma mis ansiedades para que sepa ser paciente;
dame sabiduría para salir victorioso-a de esta dura prueba;
envíame tu luz para que se clarifiquen mis caminos;
dame tu paz bienhechora y purificadora
para que encuentre la tranquilidad que tanto busco y ansío.
Arcángel pleno de virtud y amor,
con tu habitual bondad, con tu inmensa generosidad,
llega hasta mi y dispénsame tus favores,
haz llegar mi difícil petición ante el Altísimo:
(pedir con mucha fe el milagro que se desea recibir)
Arcángel san Gabriel, embajador de Dios Padre,
no demores en llevar mi ruego ante su Sagrada Presencia,
yo ……. te suplico le trasmitas mi llamada de auxilio
y hagas lo posible para que pueda recibir el milagro
que tanto preciso en mi vida
y así alcanzar la felicidad terrena que tanto deseo.
Tú que eres el portador de las buenas noticias
y eres el protector de los hogares,
haz que en breve vea solucionados mis problemas.
San Gabriel, Arcángel de la pureza,
te amo y te bendigo por todo lo me das,
y te doy las gracias por lo que significas para mí,
no dejes de guiar los pasos que doy,
guarda mis caminos y acompáñame en mi vida,
que tu protección, patrocinio e intercesión
nunca se alejen de mi
para que sea una buena persona
aun en los peores momentos,
yo ……. te lo agradeceré eternamente
y junto a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo
y la Santísima Virgen María, que es reina tuya y mía,
siempre te llevare en mi corazón. Así sea.