Color: Verde.
Día: Jueves
Servicio: La vitalidad.
Elemento: Aire.
Dirección: Este.
La sefirot: tiferet- Belleza - Virtudes.
Cuerpo: Mental para sanar cualquier proceso de enfermedad tenemos que comenzar por trabajar los patrones mentales que los originan.
Virtud: Verdad, salud, vida. Invócalo cuando necesites ver la Verdad en todo y para manifestar perfección.
Es el Santo señor de la Salud. Como médico del Cielo tiene a su disposición miríadas de ángeles, especialmente “coros de Virtudes” que trabajan para establecer la salud, que es el perfecto orden de un ser vivo en toda su constitución. Ninguna enfermedad es imposible de curar para el Señor Rafael. También es el encargado de la consagración y la dedicación de los actos humanos a Dios.
Específicamente este Arcángel se especializa en regenerar la visión, ya sea física o espiritual, así que cuando necesitamos claridad de pensamiento, cerramos los ojos mirando dirección Este y pedimos al Arcángel Raphael su asistencia.
El joven Tobías y el ángel Rafael
Tobías padre había quedado ciego. Era un hombre justo y muy caritativo. Tobías había sido muy rico, pero después se empobreció, llegando a vivir en la miseria. Viajando en cierta ocasión por la Media, prestó a un paisano suyo, llamado Gabelo, diez talentos de plata, cantidad bastante elevada. Una mañana llamó Tobías a su hijo, llamado también Tobías, como su padre, y le dio el encargo de que fuera a Ragés a cobrar los diez talentos que le debía Gabelo. Cuando el joven Tobías salía de la humilde casa de sus padres, se encontró con un joven que iba también a Ragés y que conocía muy bien a Gabelo. Este joven era el arcángel San Rafael, pero de momento no se dio a conocer.
En el camino llegaron a la orilla del río Tigris. Tobías .se fue a lavar los pies, pero un pez que nadaba por aquellas aguas saltó, asustando a Tobías, pero su acompañante le mandó agarrarlo y sacarlo fuera. Por consejo de su amigo, guardó el corazón, la hiel y el hígado del pez.
Al llegar a Ragés, el ángel le dijo: «Aquí hay un hombre llamado Raguel, de tu tribu, el cual tiene una hija llamada Sara, la cual debes tomarla por esposa. Pídesela a su padre». Tobías fue recibido por Raguel con muestras de gran cariño. Pidió por esposa a su hija Sara, pero el padre se resistía, pues había tenido tres maridos y los tres habían muerto en la noche de bodas. El ángel apoyó las pretensiones de Tobías. Sara fue entregada a Tobías como esposa. El padre le dijo: «Come, bebe y alégrate; a ti te toca recibir a mi hija. Que Dios misericordioso os colme de felicidades». Mientras tanto, el ángel Rafael partió a casa de Gabelo y cobró los diez talentos de plata.
Cumplidos catorce días de la boda, el joven matrimonio decidió partir camino de la casa paterna. Los padres de Sara dieron a los jóvenes esposos hacienda, ganados y dinero. El padre les bendijo, diciéndoles: «Que el Dios del Cielo os dé feliz viaje, hijos míos». Luego les besó. La madre de Sara dijo a Tobías. «Hijo mío, que el Señor del Cielo te dé una vida feliz y a mi ver los hijos de mi hija, para que me alegre en presencia del Señor».
Entre tanto, Ana, madre de Tobías, estaba sentada, mirando al camino para ver si divisaba a su hijo. Cuando creyó verle dijo a su marido: «Viene nuestro hijo y con él su compañeros. El ángel Rafael dijo al joven Tobías: «Tu padre recobrará la vista». Después de abrazar con gran cariño a sus padres, el hijo derramó la hiel sobre los ojos de su padre y al instante recobró la vista. Tobías, todo emocionado, bendijo al Señor.
Cuando Tobías quiso dar al guía la mitad de los bienes, el ángel les dijo: «Bendecid a Dios y glorificadle. Habéis hecho el bien y nada malo os pasará. Por eso me envió Dios a curarte a ti. Yo soy Rafael, uno de los siete santos ángeles que presentamos las oraciones de los justos». Ellos quedaron turbados y llenos de temor, y cayeron de hinojos y dieron gracias al Cielo. En aquel instante el ángel desapareció.
Aparte de los roles que en el Libro de Enoc se le da a Rafael como el “santo ángel de los espíritus humanos” y el arcángel encargado “de las enfermedades y de todas las heridas de los hijos de los hombres”, en el Zohár se afirma que: ‹‹la tierra proporciona una vivienda para el hombre, a quien Rafael cura también de sus males››.
En la tradición judía se cree que Rafael eliminó el dolor de la circuncisión en Abraham, que curó el muslo herido de Jacob; y que, tras el diluvio, entregó a Noé un importantísimo “libro medico”. También, se afirma que Rafael tiene el título de “guía del infierno”, ya que allí es un lugar en que la curación es muy necesaria.
Para la Cábala, los ángeles y arcángeles tienen un rol clave en el Árbol de la Vida. En ese contexto, Rafael se sitúa en el plano mental creativo (“Briah”) y, entre las emanaciones divinas o sefiroths, Rafael se asocia al sexto sefitroth (“Tifereth”), sefiroth en el cual reside Dios-Hijo, llamado el “Príncipe de la Paz”.
Dentro de la Cábala se explica que el nombre “Rafael” significa “portador de la curación de Dios”. Así mismo, se menciona que está entre los “ángeles vigías” y que desempeña un papel de compañero y guía para quienes lo soliciten y sean dignos de ello; o, simplemente, si así Dios lo dispuso.
Igual que en el Libro de Enoc, se plantea que Rafael es uno de los cuatro espíritus que están junto a Dios, siendo el responsable de velar por la salud de los hombres y de la Tierra.
Por último, algo interesante es la leyenda cabalística en la cual es Rafael el ángel que Dios envió a Salomón para entregarle el anillo mágico que le sirvió para construir el templo: una sortija misteriosa, con una estrella de cinco puntas grabada en un sello, un anillo tan poderoso que permitió a Salomón, luego de los rituales de invocación, someter a los demonios invocados para que le ayudasen en la construcción del templo. Vemos entonces que, según la leyenda, la ciencia atribuida a Rafael entra también en el campo de lo oculto, participando también, en cierta medida, de lo que se conoce como“ciencias ocultas”
EL ARCÁNGEL RAFAEL Y EL CRISTIANISMO
Rafael, junto a Miguel y Gabriel, es uno de los tres arcángeles que la Iglesia Católica admite de manera oficial debido a que se encuentra en la Biblia, de manera explícita e incontrovertida en el Libro de Tobías y de forma implícita en un pasaje del Evangelio de Juan. Su papel, para el Catolicismo, es el de arcángel sanador, protector de los viajeros, del matrimonio y del noviazgo.
Junto a la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodox lo acepta, otorgándole los mismos roles que en el Catolicismo.
Los protestantes, por tener un canon bíblico en que se excluye el deuterocanónico Libro de Tobias, suelen considerarlo un mito. Sin embargo resulta curiosa su situación entre los mormones, donde se cree que, junto a Gabriel y Miguel, él está participando de la “Restauración del Evangelio” en los últimos tiempos, tiempos que para los mormones son los de la actualidad…Ahora, ¿cómo puede eso ser posible si en su canon bíblico no está el Libro de Tobías, único que avala la existencia de Rafael dentro de la Biblia. La respuesta es la que sigue: ellos creen en la revelación progresiva (una revelación que se va dando poco a poco y que no termina de cerrarse) y tienen otros libros a los cuales consideran revelación divina además de la Biblia. Entre esos libros está Doctrina y Convenios, en el cual se habla del sosodicho rol de Rafael en los últimos días: ‹‹”¡Y además, la voz de Dios en la alcoba del anciano papá Whitmer, en Fayette, Condado de Séneca, y en varias ocasiones y en diversos lugares, en todas las peregrinaciones y tribulaciones de esta Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días! ¡Y la voz de Miguel, el arcángel; la voz de Gabriel, de Rafael y de diversos ángeles, desde Miguel o Adán, hasta el tiempo actual, todos ellos declarando su dispensación, sus derechos, sus llaves, sus honores, su majestad y gloria, y el poder de su sacerdocio; dando línea sobre línea, precepto tras precepto; un poco aquí, y otro poco allí; consolándonos con la promesa de lo que ha de venir en lo futuro, confirmando nuestra esperanza!”››
RAFAEL EN EL ISLAM
En el Islam, Rafael se llama “Israfel” y es reconocido como uno de los grandes arcángeles. Se cree que él será el ángel responsable de dar la señal en el día del Juicio Final; siendo que, según el Corán, ha estado y seguirá esperando las órdenes de Alá para hacerlo. Por último, el Islam también dice que Rafael es un magnífico músico y gran políglota, un artista celestial que canta y hace alabanzas a Dios en más de mil idiomas diferentes.
FUNCIONES, VIRTUDES, DONES Y SERVICIOS DEL ARCÁNGEL RAFAEL
Como quedó claro anteriormente, el arcángel Rafael tiene las funciones de velar por la salud de la Tierra y curar a los hombres, proteger a los viajeros y a los noviazgos y matrimonios.
Las virtudes asociadas a Rafael son la visión espiritual, la inspiración de la verdad, la integridad, la previsión, la salud no solo física sino emocional, mental y espiritual.
Los dones que se le puede pedir son: capacidad para sanar (los maestros de reiki pueden incrementar su don con éste arcángel), don de ciencias sobre todo en el área de la Medicina, inspiración.
A él debemos acudir cuando necesitamos protección durante los viajes, cuando enfermamos o enferma alguien que queremos, cuando no podemos ver la verdad a seguir dentro de una situación (encontrar el camino espiritual), cuando necesitamos proteger una relación de pareja importante (noviazgo o matrimonio, no otras); y, según dicen algunas fuentes, cuando requerimos inspiración en el estudio y práctica de la Música, la Médicina, la Matemática, o las Ciencias en general.
REPRESENTACIÓN
La forma en que se lo retrata está asociada a su historia en el Libro de Tobías. Es por eso que carga ropas de peregrino (acompañó al hijo de Tobías en su viaje), que porta un pescado (de ahí sacó la receta sanadora) y tiene un bastón.
El bastón simboliza la voluntad y el apoyo espiritual que Rafael puede darle al hombre en el complicado camino de la existencia, de la vida; pero también representa la autoridad y el poder espiritual con que éste arcángel desvía, elimina o transforma las influencias y energías negativas.
Usualmente viste de verde, color asociado a la curación, la salud, la tranquilidad, la salvación, naturaleza, la esperanza y la regeneración.
El pez que porta es una representación de la vida y del nacimiento.
Por último, a veces se lo pone con una vara de dos serpientes, vara comunmente usada en los uniformes de los médicos. Esta vara no solo simboliza la Medicina y la paz sino que también es, desde una óptica esotérica, una representación de la kundalini (las serpientes) en ascenso y por tanto de la evolución espiritual; pero también esas dos serpientes (simétricamente enroscadas) representan a la salud física y psíquica, por lo que en última instancia estarían aludiendo al equilibrio y la armonía como condiciones inherentes a la salud.
UN PASAJE SOBRE LA GLORIA DE RAFAEL
En el Libro de Enoc se menciona a Rafael como uno de los cuatro grandes espíritus que están junto a Dios, siendo todos ellos retratados como seres dotados de misericordia y bondad hacia los hombres. El pasaje en que lo hace está lleno de una viveza e intensidad tales que ciertamente incitan a pensar que no nos encontramos ante un libro apócrifo, tal y como lo es para la Iglesia Católica. Veamos:
‹‹Y sobre los cuatro costados del Señor de los espíritus vi cuatro presencias diferentes de aquellos que no duermen y aprendí sus nombres porque el ángel que va conmigo me los dio a conocer y me mostró todas las cosas ocultas.
Y escuché las voces de esas cuatro presencias y cómo ellas pronuncian alabanzas ante el Señor de la Gloria.
La primera voz bendice al Señor de los espíritus por los siglos de los siglos.
A la segunda voz la escuché bendiciendo al Elegido y a los elegidos que dependen del Señor de los espíritus.
A la tercera voz la oí orar e interceder por los que viven sobre la tierra y suplicar en nombre del Señor de los espíritus.
Y escuché la cuarta voz expulsando a los Satanes e impidiendo que lleguen hasta el Señor de los espíritus a acusar a quienes viven en la tierra de Él.
Después de eso pregunté al ángel de paz que iba conmigo y me mostraba todas las cosas que están ocultas: “¿Quiénes son esas cuatro presencias que he visto y cuyas palabras he oído y escrito abajo?”
Me dijo: “El primero, el misericordioso y muy paciente, es Miguel; el segundo, que está encargado de las enfermedades y de todas las heridas de los hijos de los hombres, es Rafael; el tercero, que está encargado de todos los poderes, es Gabriel; el cuarto, que está encargado de la esperanza de quienes heredarán la vida eterna, es llamado Sariel[2]”.››
SELLO E INVOCACIÓN
Una manera (hay algunas) bastante eficiente para invocarlo es la siguiente:
Asegúrese de que sea jueves y no realice el ritual después de las doce de la noche o antes de las cinco de la madrugada.
Procure estar solo y no ser interrumpido.
Tome una vela verde con el suficiente grosor para que la vela se mantenga en pie; y, luego de rezar, tome la vela y frótela con ambas manos desde la base hasta la parte de arriba: repita esto siete veces.
Tome una cartulina verde, dibuje el sello del arcángel Rafael en la parte superior de la cartulina (se recomienda que ocupe el 1/2 superior o el 1/3 superior de la cartulina); y, en la parte inferior, escriba sus peticiones, lo que le quiere decir al arcángel Rafael y un agradecimiento por estar en su camino
Encienda la vela verde.
Tome la cartulina verde, lea las peticiones y, cuando termine, agradézcale al arcángel por estar en su camino y estar allí presente. Nota: en una variante, no lee la carta y pasa directamente al siguiente paso
Doble la cartulina y póngala debajo de la vela.
Recite una de las oraciones conocidas (elección personal) al arcángel Rafael. Nota: la oración, o se la sabrá de memoria, o la tendrá anotada en un papel aparte de la cartulina.
Cierre los ojos, ore interiormente, intente sentir a Dios y de ser posible al arcángel, visualice que se ha cumplido su petición, agradezca en su interior a Dios y a Rafael y abra los ojos.
Queme el papel antes de que la vela verde se consuma.
Deje que la vela se consuma, váyase si la vela se demora mucho y no desea esperar.
Nota: si no ve cumplida su petición, repítala todos los jueves que sean necesarios, intentando hacerlo siempre con la mayor fe posible y en un estado de paz interior y ausencia de ira, odio, rencor o mala voluntad hacia el prójimo.
ORACIÓN 1
‹‹Dios te bendiga, Santo Arcángel Rafael, pues tú eres uno de los siete maravillosos Arcángeles del Señor, que trabajáis día a día por la obra divina. Guíanos en el camino de la sanación, pues por tu intermedio es solo Dios el que sana. Tú que caminaste con Tobías, curaste a Tobit, venciste a Asmodeo encadenándolo en Egipto y liberaste a Sara, camina a mi lado, guíame, enséñame y revélame lo que debo hacer. Te pido especialmente, que por la sabiduría que Dios te ha concedido, y apelando con todo mi corazón a la misericordia divina, que nace del Padre, se expresa en el Hijo y se materializa en el Espíritu Santo; que tengas a bien elevar, sanar, proteger y liberar a (decir el nombre del enfermo) que tanto lo necesita. Bendice especialmente sus medicamentos, y a los médicos que lo asisten, para que guiados por la fuerza vivificadora del Espíritu Santo la salud habite en armonía en ese cuerpo, ese espíritu y esa alma de nuestro Señor. Amén.››
‹‹Glorioso Arcángel San Rafael, medicina de Dios, guíame (o guía a…) en este viaje
de aprendizaje y purificación, ayúdame (o ayuda a…) a reconocer las lecciones que me (le) liberen de todas mis (sus) culpas, preocupaciones y pensamientos negativos. Sé guía en el camino de la salvación, en ruta al Amor Divino, para ver reflejado en toda la creación, el poder de regeneración y curación de Dios.Te ruego que seas compañero en este viaje por la vida y un apoyo constante con la autoridad que representa tu cayado. Rodéame (Rodea a…) con el verde esperanzador y sanador de tu capa, y derrama tu medicina de luz sobre todo mi (su) ser. Gracias amado arcángel Rafael,
por tu amor sanador y compañía curativa, en este sagrado peregrinaje del cuerpo, para encontrar la unión con el alma, según la voluntad divina, de manera perfecta, para el bien de todo el mundo, y bajo la gracia de Dios. Amén.››
‹‹En nombre de Cristo que habita en mi corazón, apelo a ti, querido y bien amado Arcángel San Rafael; rodea y envuélveme con los Ángeles de la Divina Cura. Arcángel Rafael, que la Divina Luz de la Verdadera Cura sea direccionada sobre (mi nombre o nombre de la persona enferma). Arcángel de la Cura Divina, deseo que tu luz me llene de energía, de salud, aquí y ahora, penetrando en cada molécula y célula de mi cuerpo físico, mi cuerpo emocional y mi mente. Arcángel Rafael, haz que la energía de la Cura Divina se manifieste en (mi nombre o nombre de la persona enferma), a través de (mi nombre o nombre de la persona enferma) y alrededor de (mi nombre o nombre de la persona enferma). En la fuerza de la luz que irradias y que invade todo este cuerpo, purificándolo, curándolo y bendiciéndolo declaro: “La luz de la Perfección Divina, y del poder amoroso de Dios, se expresa a través de todo mi ser: a todo perdonando, a todo liberando y a todo curando ¡Qué así sea! ¡Qué así sea! ¡Qué así sea!”››
ORACIÓN 2
Oh bondadoso y guía espiritual San Rafael Arcángel, yo te invoco como el patrón de aquellos que están afligidos por la enfermedad o dolencia corporal.
Tú hiciste preparar el remedio que sanó la ceguera del anciano Tobías, y tu nombre significa "El Señor sana".
Me dirijo a ti, implorando tu auxilio divino en mi necesidad actual
(Mencionar aquí la petición y nombre de la persona)
Si es la voluntad de Dios, dígnate a sanar mi enfermedad, o al menos, concédeme la gracia y la fuerza que necesito para poder soportarla con paciencia, ofreciéndola por el perdón de mis pecados y por la salvación de mi alma.
Enséñame a unir mis sufrimientos con los de Jesús y de María y buscar la gracia de Dios en la oración y la comunión.
Deseo imitarte en tu afán de hacer la voluntad de Dios en todas las cosas.
Como el joven Tobías, yo te elijo como mi compañero en mi viaje a través de este valle de lágrimas. Deseo seguir tus inspiraciones cada paso del camino, para que pueda llegar al final de mi viaje bajo tu protección constante y en la gracia de Dios.
Oh Arcángel San Rafael Bendito, tú te revelaste a ti mismo como el asistente divina del Trono Dios, ven a mi vida y asísteme en este momento de prueba.
(Mencionar aquí la petición y nombre de la persona)
Concédeme la gracia y la bendición de Dios y el favor que te pido por tu poderosa intercesión.
Oh gran Médico de Dios, dígnate a curarme como lo hiciste con Tobías si es la voluntad del Creador.
San Rafael, Recurso de Dios, Ángel de la Salud, Medicina de Dios, ruega por mí.
Amén.